Con el propósito de fortalecer el control, la vigilancia y avanzar en la formalización minera en el departamento, CODECHOCÓ lideró una mesa interinstitucional en el marco de la implementación del plan de manejo del Distrito Regional de Manejo Integrado (DRMI) Siete Sabias - Esperanza de Vida.

El encuentro contó con la participación de la la Procuraduría Judicial 18 Ambiental y Agraria, la Agencia Nacional de Minería, la Alcaldía de Quibdó, la Agencia Nacional Minera, la Gobernación del Chocó y representantes del gremio de mineros ASOMACHOC, quienes dialogaron sobre las acciones conjuntas necesarias para reducir los impactos de la minería ilegal y proteger los ecosistemas estratégicos del DRMI.

Durante la jornada, CODECHOCÓ presentó los avances del proceso de declaratoria, planeación y gestión de esta área protegida, destacando los acuerdos construidos con las comunidades locales para fortalecer la gobernanza ambiental y garantizar la protección de los recursos naturales. Uno de los principales objetos de conservación del DRMI es el recurso hídrico, ya que esta zona ubicada entre los municipios de Quibdó y Atrato, cuenta con importantes ríos y quebradas, como el río Cabí, el cual, se establece como la principal fuente abastecedora del acueducto de la capital chocoana, y que garantiza el suministro de agua a cerca de 150 mil habitantes.

En el encuentro se reiteró que, actualmente, existe actividad minera sobre el río Cabí, situación que pone en riesgo el equilibrio ecológico y la calidad del agua. En este sentido, la Corporación socializó las acciones de control ambiental y las rutas para la formalización minera, en cumplimiento de los compromisos adquiridos durante el paro minero, con el fin de ofrecer alternativas legales y sostenibles a quienes desarrollan esta actividad.

Por su parte, CODECHOCÓ hizo un llamado a los mineros que desarrollan su actividad en el DRMI, especificamente en el río Cabí para que, de manera voluntaria cesen sus labores y se retiren del área, recordando que la minería en esta fuente hídrica está prohibido y ejercerla constituye una infracción ambiental y un delito sancionable. Así mismo, se exhorta a que, en la zona conectadas en el marco de la formulación del plan de manejo del DRMI donde se podría realizar la actividad, inicien los trámites correspondientes para que su actividad se realice en el marco de la legalidad, sin afectar los objetos de conservación que justificaron la creación de esta área protegida.

Proteger el río Cabí, es proteger el agua que consumimos y su conservación es esencial para asegurar un recurso limpio y suficiente para las actuales y futuras generaciones. Por lo tanto, con el apoyo de la Fuerza Pública, la Corporación, continuará adelantando acciones integrales de control, educación y acompañamiento comunitario, con el fin de promover procesos de reconversión productiva, a través de la implementación de proyectos agropecuarios sostenibles y otras actividades económicas que permitan reducir la presión sobre los recursos naturales, generar bienestar para las comunidades locales y eliminar la minería sobre la fuente hídrica. Expresó Arnold Alexander Rincón López, Director General de CODECHOCÓ.